Ella es Ana Elisa, primera bailarina de la Compañía Nacional de Danza de México; quien pareciera un retrato dinámico.
Todo el tiempo con esa serenidad de en la mirada y contradiciéndose con el temple de sus movimientos, cada paso lleva un ritmo aunque todo esté en silencio, de hecho parecieran pinceladas trazadas por las calles del centro histórico de la Ciudad de México.
En lo personal estoy convencido de que el arte atrae más arte, y que cuando dos personas con el mismo amor por sus profesiones se topan, el resultado siempre es gratificante y un recuerdo congelado.